Toda mujer necesita hacer controles médicos en forma anual para prevenir enfermedades que, tomadas a tiempo, son perfectamente curables, como el cáncer de mama, cáncer de útero o cáncer de ovarios. Una mujer sabia es aquella que no deja pasar el tiempo, y realiza periódicamente estos controles. Es una cuestión de vida o muerte. Pero también existen otros exámenes tan importantes como estos, que muchas veces no los tomamos en cuenta y también son de vida o muerte.
A esto se le suma un período de espera hasta obtener el resultado. Tras haber pasado un tiempo de preparación, y luego de enfrentar el examen en sí, los resultados definitivos tardan un tiempo en llegar a nosotros.
Cualquier clase de examen que sea, es muy necesario. Así que es muy saludable si tomamos la responsabilidad de llevarlo a cabo, más allá de nuestros sentimientos.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.
Salmos 139:23-24 NTV
Cuántas veces perdemos la paz en momentos de pruebas. Los pensamientos desordenados nos quitan el descanso, y no encontramos la causa. Ante las dificultades que se nos presentan, la angustia e incertidumbre nos juegan malas pasadas.
Cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.
Santiago 1:2-4 (NTV)