Dios no rechaza un corazón que se humille ante Él, y en esos momentos de dolor y angustia, Dios anhela que te acerques a Él en oración y lo dejes entrar en tu realidad, pues El contigo estará para librarte, darte paz y ayudarte. Confía en Dios.
Un corazón sencillo en medio de una oración abre las puertas del los cielos cuando sale de tu interior. No hay tristeza ni enfermedad que resista estar entre tu forma de orar y Dios dispuesto a escuchar para después actuar
Cuando mi pueblo ora,
las cadenas tan duras y cruel,
Se vuelven frágiles como papel
si las rodillas doblas
Cuando intercedes sincero ante el altar
Cuando mi pueblo ora,
no hay tormenta que haga desvanecer
Esa confianza en Dios y su poder
y se llena de Fe
Cuando decide creer lo que prometió,
que El lo puede hacer
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