Mas adelante aquel día estaba hablando con su esposo al respecto, para descubrir que aquella misma tarde él también había experimentado algo parecido. Mientras estaba en el trabajo, él también sintió deseos de beber alcohol. Ninguno de ellos bebía nunca. Entonces, ¿de dónde provenía ese deseo? Bien, ella pronto descubrió no mucho después de ese incidente que uno de sus hijos adolescentes estaba siendo atraído por el alcohol. Él había comenzado a beber en secreto con amigos en la escuela. La debilidad generacional de la familia estaba influenciando a uno de sus hijos. Cuando ella lo descubrió, entendió exactamente lo que estaba sucediendo. Ese deseo que ella sintió de beber no era deseo de ella en absoluto; era un pensamiento y sentimiento proyectado que provenían del enemigo y que ahora estaban rondando a su hijo. El espíritu de alcoholismo estaba tentando a su hijo adolescente y se estaba abriendo una puerta en su vida. Precisamente ese mismo espíritu es el que intentaba proyectar sobre ella y su esposo el deseo de beber. Pero causaba risa, porque ella nunca toleró al pensamiento o sentimiento. Cuando entendió de dónde provenía, pudo orar eficazmente por su hijo y ver llegar a su vida una libertad total.
Esto es algo que usted tiene que saber. ¡No todo lo que piensa o siente es de usted! Eso es exactamente lo que hace el enemigo; le habla en primera persona, haciéndole creer que los pensamientos son de usted. Pero va más allá de pensamientos o imágenes en su mente. Él también intenta proyectar deseos y sentimientos en usted; deseos de beber, deseos de fumar, deseos lujuriosos, sentimientos de temor, sentimientos de celos, sentimientos de enojo y muchos más. Claro que habrá momentos en que esos deseos y sentimientos serán tan sólo de usted; pueden provenir de su vieja naturaleza del pecado que necesita ser crucificado con Cristo. Es ahí donde necesitamos tomar la decisión de que vamos a escoger tomar buenas decisiones y resistir nuestra propia carne. Pero hay momentos en que no es tan sólo usted. A medida que aprenda a discernir cuándo el enemigo está proyectando un deseo o sentimiento sobre usted, tendrá el poder total para resistirlo y expulsarlo. Su identidad no está basada en las emociones efímeras, está basada en la Palabra de Dios. Y eso nunca cambia. Es quien es a causa de Cristo en usted. Él es su verdadera identidad.
-Fuente: Poder para vivir de Matt Sorger